jueves, 14 de mayo de 2009

EL PLACER DE LEER

El libro es el medio audiovisual más sofisticado pues se acciona y se pone en funcionamiento con la simple voluntad del usuario. La escuela debe generar en sus alumnos esa voluntad de accionar el libro, que leer responda a un deseo, que la lectura sea un impulso personal, lúdico y placentero, sin que deje nunca de alimentarse y de gratificar a quien lo ejerce.
Las últimas investigaciones han logrado:
Ø Situar en su justo papel al texto y al lector. (Leer es un proceso de interacción entre el escrito y el lector.)-
Ø Desmitificar la lectura y afirmar que a leer se aprende leyendo.
Ø Ampliar la visión de la lectura y hacerla menos restrictiva con un conjunto de estrategias que aproximen al usuario a ella.
Leer es un proceso cognitivo complejo que activa estrategias de alto nivel: plantea objetivos, establece y verifica predicciones, controla lo que se va leyendo, tomar decisiones en torno a las dificultades o lagunas de comprensión, diferenciar lo que es esencial de la información secundaria.
Para aprender a leer se necesita percibir la lectura como un reto interesante, algo que los desafía pero que podrán alcanzar hasta ser lectores autónomos, lectores competentes y apropiarse de este instrumento tan útil para la escuela como para la vida.
La lectura proporciona información, ocio, diversión; es además, una herramienta lúdica de actualización y de toma de conciencia.
Es importante crear espacios de tiempo para leer por leer y leer para uno mismo para sentir justamente el placer de leer. Una enseñanza que no fomenta el placer por la lectura es una enseñanza errónea.
En el aprendizaje inicial se requiere una cierta reflexión sobre los conocimientos previos que los maestros poseen sobre lo que implica leer, los que les atribuyen a sus alumnos y los que éstos en realidad poseen.
A leer y a escribir se aprende leyendo y escribiendo, viendo como lo hacen otras personas, probando, equivocándose, recibiendo ayuda, corrigiendo, arriesgándose… Hay que leerles sus escritos y reescribirlos de forma convencional, escucharlos cuando leen, señalando aquello que pueden aprender y valorando sus esfuerzos.
Condiciones para la lectura personal:
La actividad de la lectura debe existir y debe ser tan importante como cualquier otra.
La lectura es personal por lo tanto sólo debemos orientar la elección de un libro pero no imponerlo.
Buscar la continuidad natural de las actividades de lectura personal.
Capacidad de relativizar nuestros criterios en relación a lo que deben leer los niños.¿Qué se hace con la lectura? ¿Se obliga a leer? ¿Se recomienda? Es necesario articular las condiciones que conducen a sentir el placer de leer.